Entradas

Mostrando entradas de 2014

© 2014

Imagen
Alguien tiene que hacerlo El mundo de los libros es muy diferente a lo que era hace ochenta, cien o doscientos años. Se publican más libros —títulos y ejemplares— que nunca y, en términos absolutos, hay más personas que saben leer y que leen. Pero este cambio no se reflejó en la diversificación de medios, contenidos y productores, sino en la inclusión de la industria editorial al mundo del espectáculo y su concentración en grandes empresas. 1   Esto tiene consecuencias sobre qué tipo de libros se publican, cómo se venden y quién los compra (o lee). Es difícil pensar que una empresa privada, con fines de lucro, tendría interés en publicar obras de poca circulación y tirajes cortos, que es deseable que existan. En la década de los años treinta había un problema parecido (falta de libros específicos), que se resolvió con la intervención oportuna del Estado, mediante la creación del Fondo de Cultura Económica. Para entender la importancia del Fondo, primero hay que aludir a su hi

LA ETERNIDAD Y UN DIA

Imagen
En su  Cuaderno de notas , Leonardo Da Vinci afirma que la pintura es de las artes la más grande, por ser la única capaz de develarnos, a través del sentido de la vista, un reflejo profundo, complejo y verosímil de la naturaleza que nos rodea. Siguiendo esta línea de pensamiento, el cine vendría a ser un discípulo fiel de la pintura. Y es su virtud también su estructura; veinticuatro fotogramas por segundo reflejan una naturaleza en movimiento y en cambio, todo a la vez. Theo Angelopoulos es menos un cineasta que un pintor. Con un cambio de elementos, que desfilan de la lente a la foto y de la foto a la erosión, su arte se escalona en pinceladas, en vaivenes que exaltan la vida y la exoneran de toda desgracia. Al final de cuentas, son sus personajes, dotados de poesía y humanidad, un dibujo que se diluye en palabras, en escenarios artificiosos pero no irreales, en la trémula consagración de la tragedia, la muerte, la felicidad y el amor. En "La eternidad y un

DERRUMBA

   A Ese pintor que llamé amigo Derrumba el alma andar por ahí mirando,  con los ojos bien abiertos y bien cansados,  con el cuerpo en las manos y con las manos volando. Derrumba el alma y la tumba, tanto derrumbe, tanto derrumbado,  tanto escapado, tantos solos disfrazados. Derrumba el alma mirar al cielo y escupir los hombros aunque en la ausencia lo miremos y lo escupamos. Y se marchita el otoño, esos amigos del pasado, tu hermano lejos, la palabra whisky, y el whisky. Si al final vivir es vivir contando lo que en el juego no cuenta porque lo estás jugando. Derrumba el alma andar por ahí mirando, Tanto otoño y tanto tarado, se pudre el árbol que no he plantado, se seca la tierra que no he salvado. 

A LA ONFENSIVA

¿Para quién caen las palabras que se derraman de mis manos como obsequios? Estoy boxeando amor de peso pesado y solo me aciertan caricias tibias, infecundas, esterilizadas. Yo quiero un knock out fatal que me reviente de amor. Que salgamos al sol y nos quememos. Quiero que los pájaros me caguen la cabeza pero que lo hagan en un tácito vuelo y no magullando polvo entre las migas. Y cuando no tengamos dientes mastiquemos la sangre que se seca en nuestros labios, y gritemos que lo hicimos por amor o porque estamos vivos de vida. Borrachos de vida. Y boxeados. Rotos. Amados y quebrados por amar. ¿Para quién caen las palabras que se ensucian en mis manos? Para todos o para nadie. En el ring se ciernen las almas depuradas, no las ciegas. Encerrados entre las sogas solo matamos hasta amar o morimos amando. Y no hay nadie más. Y no hay nada más. Yo quiero un knock out fatal que me destruya de amor. Que salgamos al sol y nos quememos, nos incendiemos hasta desaparecer.